GEOGRAFÍA: EL SECTOR SECUNDARIO

Introducción

Las actividades económicas son aquellas que realizan las personas, a nivel personal o familiar, las empresas y las administraciones públicas con objeto de obtener lo bienes necesarios para garantizar su subsistencia. En general se pueden agrupar en tres grandes estamentos: producción, distribución y consumo. Atendiendo a ello, las actividades económicas se clasifican en sector primario, secundario y terciario.

 Se denomina sector secundario o también sector industrial de una economía al conjunto de actividades a través de las cuales las materias primas son transformadas en bienes manufacturados de consumo. Estos bienes, elaborados o semielaborados, se obtienen mediante procesos de transformación que requieren la utilización de capital y trabajo. Su desarrollo, además del sector primario que le suministra materias primas, está fuertemente vinculado con el sector terciario de donde obtiene la financiación necesaria, así como el acceso a mercados y servicios que permitan la comercialización de su producción.

Son muchas las actividades que incorpora el sector. Las empresas que producen bienes industriales se agrupan en las denominadas ramas industriales. Se puede hablar de industria ligera, destinada a la producción de bienes de consumo, y de industria pesada, dedicada a la obtención de bienes de equipo o de capital.

La industria pesada, también llamada industria de base, transforma las materias primas, normalmente minerales, en productos semielaborados. Por ejemplo, la siderurgia produce acero que será utiliza en otras industrias.

La industria de bienes de equipo toma el producto semielaborado y fabrica a partir de él la maquinaria y herramientas necesarias para que la industria ligera produzca el «bien de consumo» o manufactura final destinado al uso y disfrute de la población en general.

Otras clasificaciones se basan en el sector en que se incardina la actividad. Se habla entonces industria automovilística, aeronáutica, naval, textil…

A nivel legal, se suelen clasificar en cuatro tipos:

• Extractivas: Centradas en la extracción de mineral minerales y fuentes energéticas: petróleo, gas, hierro… (Se trabajaron ya en el Bloque Sector Primario)

• Manufactureras: Se ocupan de la transformación de alimentos, conservas, procesado de carne, elaboración de lácteos…, y de la fabricación cualquier clase de producto, calzado, derivados químicos, maquinaria, automóviles…

• Suministro, transporte y comercio: Energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado, agua…, junto a actividades de saneamiento, gestión y tratamiento de residuos y descontaminación…

• Construcción: Engloba cualquier actuación encaminada a levantar una estructura, independientemente del tamaño, un puente, un edificio, un túnel…

Nacimiento del sector: La revolución industrial

En relación con la historia de la actividad humana, la actividad industrial es sumamente reciente. Si la Revolución Neolítica significó el comienzo de era agraria y ganadera, habrá de esperar al siglo XIX de nuestra era para experimentar la Revolución Industrial que consagra la manufactura como principal actividad del hombre.

Iniciada en Gran Bretaña, el fenómeno industrial se extiende al resto del mundo. Es, no obstante, un proceso lento y acumulativo, que ni siquiera fue advertido por muchos contemporáneos, pero de consecuencias gigantescas, al ser capaz de obtener rendimientos impensables de la producción tradicional mediante la utilización de nuevos recursos tecnológicos nacidos de la investigación científica, y el desarrollo de nuevos modos de organizar el trabajo de la mano de obra necesaria. La agricultura del algodón, por ejemplo, deriva hacia una poderosa industria textil.

 

La razón de sus orígenes británicos hay que buscarla en que la Gran Bretaña de mediados del XVIII cuenta ya con una agricultura muy desarrollada y protegida, potenciada, además, con la promulgación de las Leyes de Cercamientos que animan a la introducción de mejoras tecnológicas en los sistemas de producción y explotación en el sector agropecuario.

El incremento de la producción agraria

La Revolución Industrial provoca grandes cambios sociales y económicos. Las ciudades crecen rápidamente, las empresas se diversifican, surge la clase obrera proletaria y modernizan los transportes. El crecimiento de la producción provoca un abaratamiento de costes e incrementa las ganancias, lo que contribuye a la acumulación de capitales.

El elevado coste de la maquinaria y el transporte de las materias primas necesarias para las fábricas exigen un capital que sobrepasa las posibilidades económicas de las empresas familiares que inician la industrialización, obligándolas a la fusión para constituir grandes compañías y sociedades, muchas de ellas anónimas, dependientes, además, del apoyo financiero de entidades bancarias y de accionistas que participan de la empresa mediante acciones adquiridas en Bolsa.

El capitalismo irrumpe y aparece la sociedad de clases. Los medios de producción se encuentran en manos de una burguesía adinerada que se enriquece contando con el trabajo de una masa de obreros o proletarios, mujeres y niños incluidos, que percibe salarios muy bajos a cambio de largas jornadas laborales en condiciones poco salubres e inseguras. 

Para revertir esta situación surgen asociaciones sindicales y partidos políticos de corte marxista y anarquista. El nuevo modelo social contempla, y es un logro histórico, la igualdad de los hombres ante la ley, pero las diferencias económicas generan otro tipo de injusticia. La forma de vida burguesa contrasta radicalmente con la obrera, a quienes se denominan proletarios, por ser la prole, los hijos, su única posesión.   Viven hacinados en barrios miserables y carecen de cualquier tipo de derecho laboral o seguro social. El mundo se ve envuelto en la lucha de clases.  La huelga es el arma de los más desfavorecidos en este enfrentamiento.

 

Los motores del cambio

Factores concretos que contribuyen a la expansión industrial serán la máquina de vapor, los altos hornos, las tejedoras mecánicas, la utilización del carbón mineral y el vapor como fuentes de energía... También resulta decisiva la nueva organización de la actividad de la mano de obra humana basada en la especialización y trabajo en cadena.

Para producir en cadena se procede a la descomposición del proceso productivo en pequeñas operaciones a las que se asigna un tiempo determinado. El trabajador responsable de la secuencia asignada habrá de cumplir su cometido según el ritmo previsto. Un error interrumpe la serie productiva y atasca el proceso. Se atribuye a Taylor la idea de las etapas y el ajuste de tiempo, «taylorismo», y a Ford la especialización del obrero en una única tarea repetitiva: el «fordismo».

 

Localización industrial

Las industrias requieren de la concurrencia de determinadas condiciones para decidir su ubicación final.

El clima siempre es un factor a tener en consideración, pero, además, la proximidad o no de las materias primas, de la población que aporta el trabajo personal y de los mercados que, finalmente, serán la puerta de salida de la manufactura terminada, son elementos prioritarios para el emplazamiento industrial, sin olvidar la capacidad de vías y mecanismos de  comunicación para agilizar desplazamientos, transportes e información comercial y publicitaria,  junto a la existencia de un ambiente social y político estable que dé garantía de estabilidad a la empresa.