HISTORIA: LA REVOLUCIÓN FRANCESA - II

La Asamblea Nacional queda constituida en Francia después del fracaso de los Estados Generales y del compromiso nacido de ellos, conocido históricamente como el juramento del juego de pelota, para elaborar una nueva constitución que rija los destinos del país. Pero la burguesía disconforme con la monarquía no constituye una clase social homogénea. Banqueros, grandes comerciantes y propietarios, discrepan en sus intereses con los profesionales, abogados y médicos, los poseedores de pequeños comercios y los dueños de talleres artesanales.

Constituidos ya como Asamblea Legislativa y llegado el momento de decidir la forma de gobierno, la alta burguesía se muestra moderada respecto a los cambios políticos y contempla el mantenimiento de la monarquía aunque con forma constitucional.

Coinciden en ello con los Girondinos, diputados oriundos de la provincia de La Gironda. Las ideas más radicales, que abogan por la instauración de una república democrática con derecho universal a la participación política, reparto de la riqueza y lucha contra el hambre del pueblo, son defendidas por los Jacobinos, que toman su nombre del lugar donde se reúnen, un convento ubicado en la calle San Jacobo.

Los diputados, por fin, convienen en la eliminación de privilegios, lo que obliga a la nobleza a abonar impuestos, y en el fin de la obligatoriedad del diezmo eclesiástico. Los acuerdos quedan reflejados en la proclamación de los Derechos del Hombre y el Ciudadano, que se sintetizan en tres ideas vigentes desde aquella fecha: igualdad, fraternidad y libertad.

El 3 de Septiembre de 1789, se proclama la Constitución moderada que mantiene el poder ejecutivo en manos del rey, Luis XVI, atribuye el poder legislativo a una asamblea formada por la burguesía y deja el poder judicial bajo la responsabilidad de un colectivo de jueces electos.

Establece el derecho a voto, pero solo para aquellos que pagan ciertos impuestos. La igualdad entre los ciudadanos queda limitada de hecho.

La nobleza, que ve sus poderes recortados, busca el apoyo de países con monarquías  absolutistas, que quieren evitar el contagio de la revolución en sus reinos. Las alianzas se resuelven en guerras. Austria y Prusia atacan a Francia.

La complicidad del la Corte con estos movimientos militares se hace evidente y el pueblo destituye a Luis XVI. Él mismo, su mujer, María Antonieta, y muchos nobles de su corte son guillotinados.

La nueva Constitución contempla una mayor participación de los sectores humildes y populares ya que acepta el sufragio universal. Los llamados sans culottes, sin calzones, pueden elegir y ser elegidos. Los jacobinos tienen el control de la Convención. Los hombres que dirigen los destinos de país son: Dantón, Robespierre, Marat y Saint Just.

La república jacobina debe frenar el avance de los ejércitos extranjeros, combatir a la aristocracia y terminar con la resistencia de los moderados girondinos. Desde 1793 se establece un rígido control sobre los opositores al régimen a los que se aplicar la pena de muerte. Un nombre es temido y respetado: Robespierre. Es el periodo del terror revolucionario.

 Con Robespierre se establece el Comité de Salvación Pública, se suspenden algunas garantías constitucionales y se establece  un estado de excepción que persigue, detiene y, en muchos casos guillotina, a los sospechosos de actividades contrarrevolucionarias. A la vez,  se toman medidas para favorecer a las clases populares: Se ponen a la venta en pequeños lotes los bienes expropiados a la nobleza; se fija el precio máximo de los artículos de primera necesidad y se regulan los salarios; se persigue a los especuladores, cuyos bienes son confiscados y distribuidos entre los pobres; se proclama la obligatoriedad y gratuidad de la enseñanza primaria, se prohíbe la mendicidad y se promete atención a enfermos, niños y ancianos. También se sustituye el calendario cristiano por el revolucionario que se inicia con la proclamación de la República.

A pesar de estos intentos el pueblo no sale de su crisis económica. No se controla el precio de los alimentos básicos, y los sans-culottes rompen su alianza con los jacobinos debilitando el poder del partido gobernante. La burguesía ve peligrar también sus propiedades y plantea una fuerte oposición a Robespierre. En consecuencia, en cuanto el peligro exterior deja de ser un problema, parte de los diputados de la Convención llegan a un acuerdo para detener y ejecutar a Robespierre.

La alta burguesía aprovecha la situación y produce en julio de 1974 un golpe de estado, apoyado por los militares, que desplaza a la República y crea un Directorio que guillotina a los líderes de la Convención. El Directorio va a eliminar la posibilidad de voto a los más humildes y el control de precios. Se benefician con ello comerciantes y especuladores.

Esta nueva forma de ejercer el poder es contestada por los partidarios del Antiguo Régimen y por las clases más populares. Así, el sistema evoluciona hacia un nuevo autoritarismo de carácter militar. Entre los militares que apoyaban al Directorio se encuentra Napoleón Bonaparte quien, aprovechando el prestigio ganado con sus victorias militares en otros países, en 1799 se hace con el poder mediante un golpe militar,  y toma el título de Primer Cónsul. En 1804 es coronado emperador de Francia.

Responsables últimos de este proyecto

Antonio García Megía y María Dolores Mira y Gómez de Mercado

Son: Maestros - Diplomados en Geografía e Historia - Licenciados en Flosofía y Letras - Doctores en Filología Hispánica