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Hidrografía

El 97% del agua, elemento esencial sin el cual es imposible la vida, se concentra en los océanos. Sólo 3% restante se reparte en los continentes. De él depende nuestro consumo diario para sobrevivir.

El agua continental

La distribución del agua en la superficie no cubierta por los océanos es consecuente con la distribución y tipo de relieve, así como del clima. Una mayor pluviosidad posibilita la aparición de ríos permanentes y caudalosos, hecho bastante improbable en zonas secas o desérticas. En las regiones frías, climas de alta montaña y en la proximidad de los polos, el agua dulce toma la forma de hielo.

La mayor parte del agua dulce se concentra en el hielo de los glaciares, el 20% lo aportan las aguas subterráneas y solamente el 1% corresponde a agua superficial no oceánica.

Se incluye en el concepto «agua superficial no oceánica» la recogida en lago y ríos, en la humedad del suelo, en las plantas y animales y de la atmósfera.

Los lagos, los ríos superficiales y el agua subterránea constituyen la base del consumo humano, aunque no siempre su acceso es fácil.

En cada continente el agua se distribuye en cuencas hidrográficas delimitadas por el relieve. Se entiende por «cuenca hidrográfica» el área de terreno cuya inclinación envía las aguas hacia un mismo punto, normalmente un río o lago. El aprovechamiento de esa riqueza hidrográfica es variado. Las corrientes que bajan montañas de laderas fuertemente inclinadas pueden ser aprovechada para generar electricidad.

Las aguas de caudal más lento o que atraviesan llanuras, los lagos y las lagunas, así como los acuíferos y corrientes subterráneas, son utilizadas en la agricultura o para uso doméstico.

Ríos y lagos en el mundo

La masa oceánica

Los océanos cubren 70% de la superficie total del planeta. Se suele dividir en cinco grandes porciones debido a la distribución de los continentes que interrumpen su continuidad. Cada océano mantiene características particulares de salinidad, temperatura, tipos de vida y recursos naturales. Ordenados por tamaño, el océano más extenso es el Pacífico, le siguen el Atlántico, el Índico, el Antártico y el Ártico. A día de hoy sólo un 5% de estas aguas han sido explorada en profundidad. Se conoce que están pobladas por un millón de especies marinas que incluye desde la mayor, para muchos, la ballena azul, a los organismos más pequeños, el plancton. La masa marina no es estática. Su dinámica genera tres tipos de movimientos: las olas, las mareas y las corrientes marinas.

Las olas

Son ondulaciones de la superficie marina provocadas, normalmente, por el viento. Aunque a la vista son ondas que se acercan al litoral, cada una es el resultado de un movimiento circula completo. La fricción con el fondo cercano a la playa debilita su energía generando un ángulo cada vez más pronunciado hasta que la cima cae uy la ola rompe. Su tamaño depende de la velocidad y duración del viento, y del área sobre la cual sopla, la zona de alcance. Las grandes olas llamadas tsunami son provocadas por seísmos.

Las mareas

Son movimientos de ascenso y descenso de toda la masa oceánica, provocados por la fuerza de atracción de la Luna y el Sol. Es visible en la línea de costa. A diario se presenta en dos formas: mareas altas o pleamar y marea baja o bajamar.

Aunque el Sol es mucho más grande que la Luna, ésta ejercer una mayor fuerza de atracción sobre el agua de la Tierra por su cercanía. o:p>

Ese movimiento de ascenso y descenso diario produce una gran cantidad de energía que puede ser aprovechable.

Las corrientes marinas

Son ríos de agua que se desplazan en direcciones fijas en el seno de todos los océanos del planeta y son un factor importante en las condiciones y variaciones climáticas. Alteran, por ejemplo, las temperaturas: se enfrían cuando circulan cerca de los y se calientan en las zonas tropicales.

Su dirección y origen hay que buscarlos en la rotación terrestre, la dirección de los vientos, y las diferencias de temperatura, salinidad y densidad existente entre aguas tropicales y las polares.

LLas corrientes cálidas se nacen en aguas tropicales y se dirigen a los polos. Circulan generalmente por el oeste de los océanos. Las corrientes frías se originan en las aguas polares y se dirigen hacia los trópicos; se desplazan por el este de los océanos.