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Cronograma básico de su desarrollo

La búsqueda de soluciones para acabar con la gran depresión económica de 1929, erosiona los débiles lazos internacionales existentes y facilita el ascenso hasta el poder de peligrosas ideología fascistas (Alemania e Italia), o militaristas (Japón).

Las crisis se suceden y los conflictos se generalizan. Ante las políticas dubitativas de Reino Unido y Francia, las grandes potencias democráticas,  Alemania, Japón e Italia, se  funden en un potente bloque militar, el Eje, con el objetivo de alterar el orden establecido tras la primera gran guerra. Chamberlain negocia el apaciguamiento  de Hitler y cede ante algunas de sus demandas. Stalin firma el pacto de no agresión germano-soviético que desencadena el ataque alemán sobre Polonia el 1 de septiembre de 1939. Pocos días después las tropas soviéticas ocupan la zona oriental de ese territorio. La guerra ha comenzado. Una guerra que salpica de una manera u otra a casi todos los países del mundo con un poder destructivo desconocido hasta la fecha. El armamento utilizado, el enconamiento de los contendientes y las políticas de aniquilación sistemática de personas en función de ideología, etnia o religión, provoca el mayor número de víctimas de la historia de la humanidad con incidencia especial entre la población civil. Inaugura de este modo uno de los efectos más trágicos de las contiendas modernas.

El desarrollo y desenlace del enfrentamiento marca el final de una época. A grandes rasgos, las consecuencias que se siguen del hecho se concretan en:

· Inmensas pérdidas humanas

· Coste económico elevadísimo

· Alteración de fronteras, descolonización

· Destrucción, paralización productiva y comercial

· Pérdida de hegemonía europea

· Reducción del número de regímenes políticos monárquicos

· Juicios sumarísimos: Núremberg

· División del mundo en bloque: Guerra Fría

La mayor guerra de la historia concluye en la más grande  estadística de víctimas directas y colaterales. Los estudios establecen las cifras aproximadas en

· Muertos: cincuenta y cinco millones.

· Heridos: treinta y cinco millones

· Desaparecidos: tres millones.

El mayor drama lo constituye el hecho de que más del 50 % contabilizado se refiere a  población civil. Bombardeos aéreos, represalias, hambre, enfermedad, deportaciones, genocidio de colectivos concretos (judíos, gitanos…), son causa directa del hecho.  

Europa Oriental sufre las pérdidas más elevadas, especialmente la Unión Soviética con más de veinte millones de bajas, aunque en términos relativos es superada por Polonia que llega al 95 % de pérdidas civiles.

Los resultados referidos a víctimas estrictamente militares arroja resultados altamente dispares que oscilan entre los casi catorce millones de soldados soviéticos y los trescientos mil estadounidenses.

Los desplazamientos de población son habituales durante el conflicto:

· Retorno a Alemania de ciudadanos con este origen residentes en países ocupados.

· Traslado forzoso a Alemania de hasta nueve millones de trabajadores de toda Europa para abastecer  la exigencia de mano de obra de la maquinaria bélica.

· Dos millones de polacos llevados a la Unión Soviética

· Deportaciones a Siberia de alemanes, estonios, lituanos, kalmukos, caucásicos…

· Éxodos masivos en función de las modificaciones de fronteras, ocupaciones, avances de tropas…

La situación no cambia demasiado durante la posguerra:

· Liberación de prisioneros

· Más trabajadores forzosos

· Nuevas migraciones, voluntarias u obligadas, de minorías étnicas provocadas por la alteración de fronteras y la creación de nuevos estados

1. Casi siete millones de japoneses son repatriados desde Corea y Manchuria…

2. Expulsión de alemanes establecidos en territorios orientales, Checoslovaquia, Hungría…

3. Expulsión de minorías nacionalistas italianas de Yugoslavia…

4. Migración de judíos hacia Israel…

5. Salida de turcos de Grecia y Bulgaria…

Se mueven treinta millones de europeos, el 60% de ellos alemanes. Coinciden casi exactamente fronteras étnicas y fronteras políticas. 

El deterioro económico en el área afectada es inmenso, el coste de la contienda escalofriante. Muchas ciudades quedan arrasadas y vías férreas, carreteras, puentes, plantas industriales, campos fértiles…, inutilizados.

La actividad productiva se paraliza y los estados sufren déficit financiero e inflación. Por el contrario,  países como Canadá, Australia o Suecia, que permanecen al margen del conflicto, y los mismos Estados Unidos, incrementan su influencia económica. La gran nación americana experimenta un fuerte crecimiento económico y consolida su papel hegemónico al transformarse en el gran prestamista de Europa Occidental. La Unión Soviética, que sufre una amplísima destrucción, se erige en gran potencia al salvar las estructuras industriales asiáticas, ampliar sus fronteras y controlar militar y políticamente a los nuevos estados de Europa Oriental. No obstante, el progreso tecnológico, la obligada labor de reconstrucción y las ayudas proporcionadas por el Plan Marshall, facilita la recuperación de las cifras anteriores a la guerra en el año 1948, superándolas de lejos dos años más tarde.

El proceso de los países del bloque oriental funciona de manera diferente. El desarrollo en su caso, responde a una política estricta de planificación recogida en planes quinquenales, que prima de forma rigurosa la producción industrial en detrimento de la agricultura y los bienes de consumo. Solo después del fallecimiento de Stalin esta posición se verá atenuada.

Inspirándose en la Doctrina Truman que propugna facilitar ayuda económica y militar a cualquier país en riesgo de caer en la órbita de influencia soviética, el Secretario de Estado americano George C. Marshall, elabora y propone en París el Programa de Reconstrucción Europea (ERP), más conocido como Plan Marshall, mediante el cual  Estados Unidos se compromete a facilitar materias primas, productos elaborados y capital necesarios para la reconstrucción y desarrollo, en forma de créditos o donaciones.

El organismo constituido en 1948 para la distribución de estos fondos, la Organización Europea de Cooperación Económica (OECE), había proporcionado cuatro años después la cifra de catorce mil millones de dólares.  La devastación provocada por la Segunda Guerra Mundial, es superada.

La reorganización del mundo después del conflicto preocupa a los aliados mucho antes de la finalización del enfrentamiento.

En  1941 Roosevelt y Churchill firman la Carta Atlántica  que prevé la devolución de soberanía a todos los estados invadidos por el Eje.

Dos años después se repite el encuentro con la incorporación de Stalin, en Teherán. El mandatario ruso consigue le sea reconocida la posesión de los territorios anexionados por las tropas soviéticas en el este de Polonia. Esta nación, a su vez, ampliará su frontera occidental a costa de Alemania.

Los mismos protagonistas se reúnen en Yalta en febrero de 1945 para concretar de forma anticipada los detalles del final de la guerra:

· La zona liberada por cada ejército pasará a ser de su influencia con el compromiso de impulsar gobiernos provisionales para convocar elecciones libres.

· Alemania se dividirá en cuatro zonas de ocupación: británica, norteamericana, soviética y francesa.

· Se creará un organismo para asegurar la paz mundial: la ONU.

 A partir de julio de ese mismo año, finalizada la contienda, Stalin, Truman y Attlee, en un ambiente de máxima desconfianza, confirman en Potsdam el futuro de Alemania. Establecen:

· Las cuatro zonas de ocupación en el país, en la capital, Berlín, y en Austria (británica, norteamericana, soviética y francesa).

· El límite fronterizo con Polonia delimitado por los ríos Oder y Neisse.

· La cuantía de las reparaciones económicas.

· El desarme germano:

    1. Abolición de las fuerzas armadas

    2. Destrucción de fábricas de munición, armas, aeronaves y barcos

· El reasentamiento de las minorías alemanas de Polonia, Hungría y Checoslovaquia dentro de las nuevas fronteras de Alemania y Austria.

· La reducción de un 50% de la capacidad productiva industrial y acerera

· El juicio sumarísimo a los criminales de guerra…

En función de los acuerdos, finalizada la guerra, Austria y Checoslovaquia recuperan su autonomía, Alemania pierde la Prusia Oriental y los territorios ubicados al este de los ríos Oder y Neisse, Italia cede su imperio colonial, Japón devuelve lo conquistado, China recupera Formosa, Corea queda ocupada por fuerzas norteamericanas y soviéticas…