LA DISOLUCIÓN DEL MUNDO ANTIGUO

Caída de Roma

Pueblos germanos procedentes del norte de Europa y Asia descienden hacia el sur en diversas oleadas. Denominados en general bárbaros —extranjeros—, ponen fin en el siglo V al Imperio Romano de Occidente. El Imperio Romano de Oriente se mantiene bajo el nombre de Imperio Bizantino. La invasión del Imperio Romano de Occidente se produce a lo largo de una sucesión de etapas:

Invasión pacífica de Visigodos y Ostrogodos que pasan a ser asalariados de Roma.

Invasión violenta motivada por el empujo del pueblo Huno, procedente de Asia, que dirige Atila.

La distribución y consolidación de los bárbaros por el Imperio corresponde al siguiente esquema:

Suevos, Vándalos, Alanos y Visigodos, en la Península Ibérica.

Francos, en Galia.

Ostrogodos, en Península Itálica

Anglos y Sajones, en actual Gran Bretaña

Burgundios, en el Valle de Ródano.

El Reino Franco en Galia

Ocupa básicamente el territorio de las actuales Francia, Suiza, Alemania, Bélgica, Holanda y norte de Italia. Fu el reino germano de más duración. Etapas:

Merovingios. Su rey, Clodoveo, se convierte al catolicismo.

Carolingios. Siglo VIII. Carlomagno es coronado emperador. Pretende conquistar y restablecer bajo su mando el antiguo Imperio Romano. Construye las «Marcas», fronteras fortificadas entre las que destaca por su importancia Cataluña.

Las nuevas naciones  

Consecuencia de la división del Imperio Carolingio a la muerte de Carlomagno. Surgen así:

Francia, constituida en monarquía, en las tierras occidentales.

Italia, constituida en federación, tierras centrales.

Alemania, constituida en federación, tierras orientales.

Sobre esta división inciden nuevos invasores: Normandos, por el norte y musulmanes, por el sur.

Se construye entre los siglos VI y IV, aunque su época de esplendor se ubica entre los siglos X y XII. Se apoya en el convencimiento de que el poder lo otorga la posesión de tierras, lo que articula una sociedad estructurada en grupos humanos desiguales: Los nobles, señores, propietarios de tierras; siervos, campesinos que trabajan para el señor que se permite subsistir en su terreno y al que deben obediencia y fidelidad, y eclesiásticos, que disfrutan de gran influencia al disponer de los medios —perdón de los pecados— para la salvación de las almas.

Aparece y se desarrolla favorecida por la casi nula autoridad del rey que precisa del apoyo de los señores para afrontar los frecuentes enfrentamientos de la época. Una ayuda que paga con el reparto de las tierras —feudos— conquistadas, lo que rebaja aún más su poder e influencia.

El vasallaje:

Es la situación del hombre que se encuentra sometido a otro por el juramento de fidelidad, un compromiso que impone la obligación de realizar determinados servicios a cambio de recibir «beneficio» y protección. Se entiende como «beneficio», en general, el derecho a trabajar una tierra para el señor que, a cambio, le permite vivir en ella y recibir una parte mínima de la producción. Con el tiempo, este acuerdo pasó a ser hereditario, y el propietario, en señor absoluto de cuanto contiene su propiedad, su «feudo». La ceremonia del juramento solemne de fidelidad o vasallaje se denomina «homenaje»

Las clases sociales

La etapa acepta una organización social de carácter piramidal que se define en estadio determinados por la extensión de los territorios en propiedad.

Noble. Señor feudal. Dueño, señor y máxima autoridad entre los límites de sus tierras.

Caballero. Generalmente hijo de noble. Propietario de un caballo que, sin derecho a herencia por corresponder esta en su mayor parte al hermano mayor—recurso para evitar pérdidas de poder devenidas de la fragmentación del feudo— ofrece sus servicios a otros para, por la vía de las armas, obtener su parte en las nuevas tierras conquistadas y constituir así un feudo propio.

Villano. Artesano que habita en la villa y vive de su trabajo.

Siervo. Carentes de toda posesión. Sobreviven gracias a la bondad del señor que le autoriza a cultivar para él, aparte de otras obligaciones, una parte de sus tierras. No son totalmente libres.

Gleba. Siervos que han perdido todas las libertades. No puedan cambiar de residencia.

Economía en época feudal

Hasta el siglo X: Cerrada. Ausencia de relaciones comerciales. Escasa importancia de ciudad.as ciudades.

A partir del siglo X. Crece la vida urbana. Aparece la burguesía, personas que habitan en la ciudad y tienen la condición de profesionales y artesanos. Se agrupan en gremios en defensa de sus intereses y en evitación de cualquier tipo de abuso. La mejora de los caminos facilita el intercambio o trueque de mercancías y el desarrollo de ferias y mercados impulsa el comercio. La acuñación de moneda potencia la figura del prestamista y abre las puertas al desarrollo de la banca.do los prestamistas y le banca

La Iglesia

Muy influyente durante toda la Edad Media. La religión es necesaria para el hombre que busca consuelo a su miseria porque ofrece un camino de salvación y un mundo mejor en la otra vida. Accede así a un destacado cierto poder político y económico. Por otro lado, la Iglesia es, además, depositaria de la cultura. Los clérigos y monjes leen, escriben, ensenan. El monasterio es un lugar de estudio y oración. No es extraño que aproveche el modo de vida del momento para orientar ese espíritu guerrero hacia la conquista de los Santos Lugares organizando las expediciones bélicas denominadas «cruzadas».

A grandes rasgos, y en modo muy simplificado, se suceden dos momentos esenciales:

Románico. Siglos XI y XII. Caracterizado por el uso de robustos pilares y muros gruesos en sus edificios, con pocos huecos en sus paredes y cerrados con bóvedas de cañón. Multitud de muestras de este estilo a lo largo de todo el Camino de Santiago y en las inmediaciones del Duero. Un ejemplo: La catedral de Zamora

Gótico. Siglos XII a XIV. El predominio de los huecos y la luz en sus edificaciones, es la seña identificativa más importante. Los muros delgados sor reforzados mediante arbotantes. Los arcos apuntados y las vidrieras multicolores son su seña característica. A destacar, Notre Dame y catedrales de Burgos, Toledo y León.

1

Bandas innumerables y muy feroces han ocupado el conjunto de las Galias. Todo el país comprendido entre los Alpes y los Pirineos, entre el Océano y el Rhin, ha sido devastado por los vándalos, los sármatas, los gépidos, los hérulos, los sajones, los burgundios, los alamanes e incluso los panonios. Maguncia, ciudad antaño ilustre, ha sido saqueada y en su iglesia millares de hombres han sido asesinados. Parecida suerte ha sufrido Worms, Reims, Amiens, Arrás... Aquitania ha sido completamente arrasada. Muchas ciudades están despobladas a consecuencia de la espada y el hambre. Toulouse no he caldo todavía gracias a su obispo Exuperio. Hispania tiembla, pues ya ve como sobre ella so abate la muerte. No continuo este relato porque podría parecer que desespero do la clemencia divina.

San Jerónimo. Siglo V.

2

Del que se encomienda a la protección de otro.

Al Señor …, hombre magnífico, yo ...

Es cosa sabida que yo no tengo con que alimentarme ni vestirme. Por ello solicito de vuestra piedad y vuestra buena voluntad a la que he querido entregarme en encomendación a vuestro servicio. Esto lo hago con estas siguientes condiciones: me ayudaréis y me sustentaréis en la medida que yo os sirva y merezca de vosotros. Mientras viva yo deberé el servicio y la obediencia que se pueda esperar de un hombro libre. Nunca me sustraeré a vuestro servicio, antes, al contrario, permaneceré siempre bajo vuestra protección.

J. CALMETTE. «Juramento del vasallo a su señor». Textes de Histoire

3

El conde Guillermo preguntó al futuro vasallo si aceptaba ser su hombre. Este respondió: «Lo quiero». Y apretando sus manos con las del conde quedaron ligados por medie de un beso. Luego, el que había prestado homenaje dijo: «Prometo ser desde este instante fiel al conde Guillermo, guardar este juramento de buena fe y sin engaño». A continuación, juró sobre las reliquias de los santos. Con la vara que tenía en la mano, el conde le concedió la investidura.

Roberto BOUTRUCHE. Ceremonia de investidura.

4

Qué debe haber entre señores y vasallos: Deberes muy grandes son los de los vasallos con sus señores; débenlos amar, y honrar, y guardar, y buscar su provecho, y desviarlos del daño de todas las maneras que pudieren, y deben servirlos bien y lealmente por el bien que de ellos reciben.

También decimos que el señor debe amar, y honrar, y guardar a sus vasallos, y hacerlos bien y merced, y apartarlos del daño y la deshonra, y cuando estos deudos son bien guardados hace cada une lo que debe, y crece y dura el amor entro ellos. Y también digo que hay muchas más maneras entre los señores y los vasallos, que se tienen que guardar unos a otros en tiempos do guerra y de paz.

Alfonso X EL SABIO. «Obligaciones entre señores y vasallos». Las Partidas

5

El orden eclesiástico forma un solo cuerpo, pero la división de la sociedad comprende tres órdenes. La ley humana distingue otras condiciones, los nobles y los siervos. Los nobles son los guerreros, los protectores de las iglesias. Defienden a todo el pueblo, a grandes y a pequeños. La otra clase es la de los siervos. Esta raza de desgraciados no posee nada si no es a costa de muchos sufrimientos. Así pues, la ciudad do Dios es en realidad triple. Unos oran, otros combaten y otros trabajan.

ADALBERÓN. Los tres órdenes de la sociedad

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El FEUDALISMO es el régimen político y social de los pueblos europeos durante gran parte de la Edad Media. Se caracteriza por el fraccionamiento del Estado único en múltiples feudos, en ca da uno do los cueles, su señor actúa a modo de soberano. La sociedad feudal está basada en la desigualdad; consta de nobles, con muchos derechos y pocos deberes, y pueblo, con muchos deberes y pocos derechos. Dentro de esta sociedad, unos, los nobles, guerrean y cazan; otros, los campesinos trabajan y sufren privaciones; y otros rezan, enseñan y conservan la cultura, los monjes.

María COMAS. Historia de los pueblos y las culturas.

7

Durante los primeros siglos medievales la anarquía, primero, y el poder feudal después, hicieron desaparecer el comercio y, paralelamente, la gente libre y las ciudades. A partir del siglo XI, la industria, el comercio y las ciudades reaparece, y, con ellas, la gente libre que forma una nueva clase social: la burguesía. Las villas y las ciudades obtuvieron de sus señores pacífica o violentamente, libertades o franquicias que se fijan en sus cartas o fueros.

María COMAS. Historia de los pueblos y las culturas.

Responsables últimos de este proyecto

Antonio García Megía y María Dolores Mira y Gómez de Mercado

Son: Maestros - Diplomados en Geografía e Historia - Licenciados en Flosofía y Letras - Doctores en Filología Hispánica